La igualad empieza en uno mismo
Como cada año, la ONU plantea un tema para revindicar aquellos derechos en los que hace falta trabajar para garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas. En esta ocasión se han centrado en el sector tecnológico, bajo el lema: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”.
De esta forma se intenta poner en valor y homenajear a las mujeres que luchan, cada día, por el avance de la tecnología y por mejorar el acceso a la educación digital.
Esto significa que, si queremos un futuro sostenible, a nivel mundial, es imprescindible una educación digital inclusiva. Pero, ¿cómo está la situación es España?
Según EDUCAbase y Datawrapper, a nivel de estudios universitarios, en nuestro país tenemos un extremo claro: solamente un 14% de los estudiantes de informática son mujeres. Y en otro lado de la balanza tenemos la formación de profesores de enseñanza infantil, donde la presencia femenina supone un 92%.
Pero no seamos pesimistas, porque, aunque queda mucho camino por avanzar, en estos momentos tenemos más universitarias (56%) que universitarios (44%) y en algunas carreras técnicas hemos avanzado muchísimo, rozando la paridad, como es el caso de carreras como Ciencias Físicas, Químicas, Geológicas, etc. donde ¡ya hay un 48% de mujeres!
Me alegro tanto de este dato… De ver cuánto hemos avanzado…
Recuerdo, que a principios de los 90, cuando estaba terminando la carrera de Astrofísica, solamente éramos 3 mujeres en una clase de 28 alumnos… Pero pertenecer a esta minoría nunca me generó malestar. Sin embargo, lo más duro fue superar los estereotipos grabados a fuego en algunos cerebros y en concreto en uno femenino. Recuerdo que, en quinto curso, una profesora me confesó algo así: “cuando te conocí en primero, nunca hubiese imaginado que terminarías esta carrera, y menos la especialidad de astrofísica, ya que incluye mucha física teórica…” Le pregunté “¿qué es lo que te hizo pensar algo así, es porque soy mujer? Tú también lo eres…” La respuesta fue muy clara “No. Por ir siempre tan arreglada” …
Desde luego no es más que una anécdota que acabo de recordar, pero, por desgracia, en algunos ámbitos somos las propias mujeres las que debemos revisar algunos prejuicios que no nos permiten avanzar.
En estos momentos la sociedad nos sigue generando prejuicios y estereotipos disfrazados de lo “políticamente correcto”. Y si cada vez vamos eliminando prejuicios entre mujeres y hombres, estamos generando otros que impiden la igualdad de oportunidades, por pensar o sentir de una forma diferente.
Hoy es un buen día para reflexionar cada uno de nosotros: ¿estamos contribuyendo en nuestro entorno a la igualdad de oportunidades y sin prejuicios?
Luchemos por el respeto y por la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos. Tal vez cuando empecemos a hablar de personas, empiece la igualdad…
Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.